Para mantener los cascos sanos: Limpie el casco y luego aplique una pequeña cantidad a la pared del casco y la corona con un cepillo o tela. Repita semanalmente. Para mayor protección, aplíquelo en la suela del casco y la ranilla para restaurar y proteger el equilibrio de humedad transpirable.
Para cascos agrietados o astillados: aplique dos o más veces a la semana en la pared del casco y la suela hasta que crezcan grietas o astillas.
Busque infecciones que puedan evitar que la grieta crezca. Si hay bacterias u hongos graves, consulte a su veterinario o herrador.